El aceite de orégano es un potente extracto natural conocido por sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y antioxidantes. Para aprovechar al máximo sus beneficios, es importante tomarlo de la manera adecuada.

¿Cómo tomar el aceite de orégano?
- Dilución: El aceite de orégano es muy concentrado y puede ser irritante si se toma en su forma pura. Se recomienda diluirlo antes de usarlo. Puedes mezclar una o dos gotas en un vaso de agua o jugo.
- Vía oral: La forma más común de tomar el aceite de orégano es por vía oral. Puedes añadirlo a tus comidas, como aderezo para ensaladas o mezclado con aceite de oliva para rociar sobre alimentos cocidos. También puedes tomarlo directamente con agua o jugo.
- Suplementos: Existen suplementos de aceite de orégano en forma de cápsulas o tabletas. Estas son una opción conveniente si prefieres evitar el sabor del aceite puro.
- Tópico: El aceite de orégano también se puede aplicar directamente sobre la piel para tratar problemas como el acné o la micosis. Sin embargo, se recomienda diluirlo en un aceite portador como el aceite de coco antes de usarlo en la piel.
- Uso aromático: Inhalando el aroma del aceite de orégano, se cree que puede ayudar a aliviar la congestión nasal y los síntomas del resfriado. Puedes agregar unas gotas a un difusor de aceites esenciales o inhalar el vapor de agua caliente con unas gotas de aceite de orégano.
Al tomar aceite de orégano, es importante seguir las recomendaciones de dosificación y consultar con un profesional de la salud si tienes alguna preocupación o condición médica.